La
ambición en Rojo y Negro de Stendhal
Una de las obras más
representativas del siglo XIX es Rojo y Negro
de Stendhal. Esta novela encarna el ambiente de la Europa de la primera
mitad del S.XIX y de la Europa napoleónica en particular. Describe
magistralmente la ambición personal basada en el desprecio a la clase baja y en
la vergüenza y repugnancia al propio origen, su padre era el leñador del pueblo
y detestaba todo lo intelectual y por ende detestaba a su hijo, al cual lo
consideraba débil. Eso mismo le pasaba a Julián Sorel, protagonista de dicha
novela. Esta novela bien podría haberse titulado “Ambición” pero quizá su autor
la tituló como es por los colores de los uniformes (el del ejército y el del clero,
respectivamente) o quizá por la oposición entre estos dos colores, ambos
fuertes, ambos opuestos, el uno eclipsa al otro y el otro al uno, algo parecido
a lo que le ocurría permanentemente a nuestro protagonista debido a su
atormentada personalidad.
Esta obra magistral del
Realismo francés del S.XIX es, sin duda, una de las mejores novelas escitas
jamás.
Julián Sorel tenía dos
obsesiones: la primera era escalar (casi en el sentido literal) socialmente y
la otra era la admiración desproporcionada y obsesiva por Napoleón Bonaparte,
una especie de dios y de modelo exitoso, era su modelo en todo, incluso le
interpelaba en su cabeza para determinar la actuación correcta, según como
actuaría Napoleón (pensaba Sorel) en cada situación. Yo incluiría una obsesión
más que es derivada de la primera, el encubrimiento sistemático de sus
sentimientos, ya que él identifica el exteriorizar los sentimientos con
debilidad, una debilidad que se podría convertir en la piedra en el zapato para
conseguir sus sueños y a la vez “jamás lo habría hecho Napoleón”.
La primera de sus
obsesiones, que guía toda su vida y que la hace terminar en tragedia, es su
necesidad de ascender socialmente para lo cual se busca los medios para
conseguirlo, primero como preceptor interno para los hijos pequeños de una de
las familias más adineradas y pudientes y de clase social más alta que había en
el pueblo en el que Stendhal ambienta su novela, Verrières. y también como
seminarista y dar así el comienzo de su carrera eclesiástica. Después,
intentando formar parte como familia política de una de las familias más
poderosas de París. Intenta formar parte de la aristocracia parisina. En su
intento de llegar a burlar su origen social todo termina en un fracaso rotundo
y en la tragedia más absoluta…la muerte.
¿Pero por qué escojo esta
obra? Bueno, porque es una novela tremendamente actual, no se pasa de moda y
los temas que trata le siguen interesando a la gente de hoy en día. La ambición
es un mal tan actual como en la Antigüedad o como en la Edad Contemporánea. No
pierde vigencia literaria ni vital. Lo
que le pasaba a nuestro protagonista le pasa actualmente a mucha gente, si
bien, ya no se utilizan los mismos medios, ya no se utiliza el convento como
medio para llegar a escalar posiciones sociales, sí se mantiene la entrada al
ejército como posible propulsor de escalada social. Así como también se utiliza
la corrupción política, sobre todo, para los mismos medios.
Stendhal nos detalla la
escalada social y la ambición de su protagonista, entre otras muchas y
minuciosas descripciones.
En esta novela el lector
puede sumergirse en este universo realista. Es una novela psicológica, una
especie de “película de suspense psicológico”. La marabunta psicológica, mental
y personal de Sorel es abrumadora y todo esto hace que el protagonista tome
malas decisiones que le llevan al fracaso más terrible. El lector cuando lee
esta novela se pone nervioso, rabioso o triste, Stendhal logra que el lector
empatice con Sorel, y, a presar de no ser el personaje más virtuoso del mundo,
sí es real y a pesar de que comete fallos (y algunos terribles, como disparar a
su examante), el lector quiere que triunfe.
Cuando Sorel empieza a
mantener una relación obsesivo-amorosa con la señora Rênal, esposa del Monsieur
de Rênal, para quien trabaja como preceptor, él sabe que no es correcto por
muchas razones de índole moral, ética y legal, sin embargo, decide pasar por
encima de todo porque en el fondo él cree que esa es la posición que él merece,
pero que su origen se lo ha negado, algo así como si su gran capacidad en todos
los sentidos no se hubiera visto recompensada y él va a jugar en contra de ese
destino.
La descripción minuciosa
tanto de lo físico como de lo espiritual y psicológico hace que el lector
conozca los anhelos y las preocupaciones del fuero interno de los personajes de
esta novela.
Este tipo social era muy
habitual, recordemos que Europa hacía poco había inaugurado la Edad
Contemporánea con la Revolución Francesa de 1789 y en 1830 se daba comienzo a
las tres (Revoluciones) Gloriosas que comienzan en París debido a la restauración
del absolutismo, la petición de desechos democráticos y de libertades
individuales y colectivas. Estos movimientos antisistema se extienden por toda
Europa como un reguero de pólvora.
Por otra parte, la
burguesía ya era un modelo de éxito social, pero sobre todo económico. Eran los
nuevos ricos, personas que tenían, como diría Marx, los medios de producción.
Por esta razón, la clase más humilde de la sociedad quiere burlar su destino y
escalar posiciones. La burguesía se había convertido en la puerta de atrás para
quien quería burlar y engañar a su origen y tener otras oportunidades de vida.
En fin, esta novela es
maravillosa y debería ser de lectura obligatoria en el bachillerato. La gente
aprendería mucho leyendo novelas de calidad y este tipo de aprendizaje escasea
mucho en la actualidad.
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