martes, 17 de julio de 2018

Literatura española. Básica


Características de la poesía en el Romanticismo.

En la poesía romántica se distinguen algunas características, éstas son las siguientes:
La evasión de la realidad en varias vertientes, es decir, en la realidad temporal, espacial y la evasión onírica. Se sienten apasionados por los ambientes nocturnos y bucólicos y paraísos perdidos (bellezas naturales) y por ambientes lúgubres como los cementerios. Se tiene una enorme nostalgia por lo histórico-legendario, sobre todo por la época medieval, este movimiento idealiza esa época y la utiliza como tópico literario como parte de la exaltación de las diferencias surgen con enorme fuerza los nacionalismos y el resultado es el entusiasmo por las tradiciones. La naturaleza se convierte en el reflejo del estado de ánimo del yo lírico.
La exaltación del yo poético y de los sentimientos típicos del romanticismo como la soledad, la angustia, el miedo, la decepción, lo irracional, lo subjetivo, etc. Esta exaltación intenta generar empatía en el lector, quien experimenta los mismos sentimientos de abatimiento y desesperación. Se prioriza lo sentimental sobre lo racional, lo cual ahora se desprecia. Interesa el mundo interior y subjetivo el autor. La individualidad con características únicas e irrepetibles es lo que centra la atención, la diferencia es lo que marca la diferencia.
 Se produce la ruptura con la norma clásica en lo que a versificación se refiere, así como en la prosa. Hay completa libertad para crear y los poetas y poetisas experimentan y mezclan estrofas, además se recupera el romance, como estrofa clásica. En un mismo poema se producen mezclas de estrofas distintas.
La estética romántica tiende al uso excesivo de tropos literarios como la metáfora, el uso de figuras patéticas como la interrogación y la exclamación, entre otras.


2.     La novela Realista.
El Realismo mira la realidad de una manera objetiva, sin esconder la verdad. Una importante característica del Realismo es la descripción minuciosa tanto de lo físico como de lo espiritual y psicológico (Etopeya + prosopografía = retrato), además de describir con exquisito “realismo” la naturaleza en la cual se desarrolla la novela. En la novela realista se desciende a los detalles como la vestimenta, los colores de la ropa, las texturas, los olores, etc. En esta novela ya no cabe lo inverosímil, lo irreal, lo subjetivo o lo fantástico.
El Realismo quiere “fotografiar la realidad” y para ello intenta ser lo más fiel a ésta, para lo cual los escritores utilizan todos los registros lingüísticos de la sociedad, se hace uso de la jerga, del argot típicos de la clase social a la que pertenece el personaje; así una persona de clase baja habla como tal y en los diálogos se pone de manifiesto. Por otra parte, la sintaxis gramatical de la novela realista es complicada debido al exagerado uso de la subordinación, sobre todo de relativo. Pero, en contrapartida, se utilizan palabras muy concretas para lograr la descripción más fiel posible de la realidad.
El autor se centra en los personajes para que cuenten la realidad. Aparece de una manera más madura en la literatura el narrador omnisciente en tercera persona del singular, que es aquel que sabe todo lo que pasa, todo lo que sienten o padecen los personajes de sus relatos o novelas. Es el que cuenta la historia al lector. Aunque es normal que el autor introduzca comentarios personales para encaminar al lector por donde éste quiere.
El protagonista de la novela del Realismo ya no es el héroe, esta novela se centra en un protagonista común y corriente, interesa más el antihéroe que el héroe. Los comportamientos y conductas que anteriormente habían pasado desapercibidos y parecido nimios, en el Realismo cobran mucha importancia social y estéticamente.


3.    Etapas de la Generación del 27.
Se distinguen tres etapas en la Generación del 27, son las siguientes:
La primera etapa comprende hasta 1927, es una etapa que está en las postrimerías de los ismos, por lo tanto, los autores recogen las influencias de las vanguardias que a cada uno les interesa. Pero a la vez los artistas “maman” de la tradición clásica española y del romancero tradicional, son grandes conocedores de la cultura clásica española.
La segunda etapa va desde el final de la primera, es decir, desde el centenario del nacimiento de Luis de Góngora y hasta el estallido de la Guerra Civil española (1936-1939). Ésta se caracterizó por enfoques surrealistas, por creaciones delirantes, fantasiosas e irreales y por la denuncia social.
La última etapa se da durante la Guerra Civil y en la posguerra, es decir, en la dictadura del general Francisco Franco. La poesía de esta etapa está centrada en el ser humano que es víctima del atropello y del fascismo. Las producciones de los poetas de esta generación son desgarradoras, son producto de la realidad sociopolítica de una España destruida por la guerra y aterrada por el fascismo. Recordemos que Lorca fue fusilado al comienzo de la guerra y que la mayoría de los demás huyeron y se autoexiliaron, otros fueron encarcelados como Miguel Hernández.

Bibliografía

Alfonso Pinto, F. (2016). Literatura española. Texto-Guía. Loja: EDILOJA Cía. Ltda.


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