Características de
la poesía en el Romanticismo.
En la poesía
romántica se distinguen algunas características, éstas son las siguientes:
La evasión de la realidad en
varias vertientes, es decir, en la realidad temporal, espacial y la evasión
onírica. Se sienten apasionados por los ambientes nocturnos y bucólicos y
paraísos perdidos (bellezas naturales) y por ambientes lúgubres como los
cementerios. Se tiene una enorme nostalgia por lo histórico-legendario, sobre
todo por la época medieval, este movimiento idealiza esa época y la utiliza
como tópico literario como parte de la exaltación de las diferencias surgen con
enorme fuerza los nacionalismos y el resultado es el entusiasmo por las
tradiciones. La naturaleza se convierte en el reflejo del estado de ánimo del
yo lírico.
La exaltación del yo poético y
de los sentimientos típicos del romanticismo como la soledad, la angustia, el
miedo, la decepción, lo irracional, lo subjetivo, etc. Esta exaltación intenta
generar empatía en el lector, quien experimenta los mismos sentimientos de
abatimiento y desesperación. Se prioriza lo sentimental sobre lo racional, lo
cual ahora se desprecia. Interesa el mundo interior y subjetivo el autor. La
individualidad con características únicas e irrepetibles es lo que centra la
atención, la diferencia es lo que marca la diferencia.
Se produce la ruptura con la norma clásica en
lo que a versificación se refiere, así como en la prosa. Hay completa libertad
para crear y los poetas y poetisas experimentan y mezclan estrofas, además se
recupera el romance, como estrofa clásica. En un mismo poema se producen
mezclas de estrofas distintas.
La estética romántica tiende al
uso excesivo de tropos literarios como la metáfora, el uso de figuras patéticas
como la interrogación y la exclamación, entre otras.
2. La novela Realista.
El Realismo mira la realidad de
una manera objetiva, sin esconder la verdad. Una importante característica del
Realismo es la descripción minuciosa tanto de lo físico como de lo espiritual y
psicológico (Etopeya + prosopografía = retrato), además de describir con
exquisito “realismo” la naturaleza en la cual se desarrolla la novela. En la
novela realista se desciende a los detalles como la vestimenta, los colores de
la ropa, las texturas, los olores, etc. En esta novela ya no cabe lo
inverosímil, lo irreal, lo subjetivo o lo fantástico.
El Realismo quiere “fotografiar
la realidad” y para ello intenta ser lo más fiel a ésta, para lo cual los
escritores utilizan todos los registros lingüísticos de la sociedad, se hace
uso de la jerga, del argot típicos de la clase social a la que pertenece el
personaje; así una persona de clase baja habla como tal y en los diálogos se
pone de manifiesto. Por otra parte, la sintaxis gramatical de la novela
realista es complicada debido al exagerado uso de la subordinación, sobre todo
de relativo. Pero, en contrapartida, se utilizan palabras muy concretas para
lograr la descripción más fiel posible de la realidad.
El autor se centra en los
personajes para que cuenten la realidad. Aparece de una manera más madura en la
literatura el narrador omnisciente en tercera persona del singular, que es
aquel que sabe todo lo que pasa, todo lo que sienten o padecen los personajes
de sus relatos o novelas. Es el que cuenta la historia al lector. Aunque es
normal que el autor introduzca comentarios personales para encaminar al lector
por donde éste quiere.
El protagonista de la novela del
Realismo ya no es el héroe, esta novela se centra en un protagonista común y
corriente, interesa más el antihéroe que el héroe. Los comportamientos y
conductas que anteriormente habían pasado desapercibidos y parecido nimios, en
el Realismo cobran mucha importancia social y estéticamente.
3. Etapas de la Generación del 27.
Se distinguen tres etapas en la
Generación del 27, son las siguientes:
La primera etapa comprende hasta
1927, es una etapa que está en las postrimerías de los ismos, por lo tanto, los
autores recogen las influencias de las vanguardias que a cada uno les interesa.
Pero a la vez los artistas “maman” de la tradición clásica española y del
romancero tradicional, son grandes conocedores de la cultura clásica española.
La segunda etapa va desde el
final de la primera, es decir, desde el centenario del nacimiento de Luis de
Góngora y hasta el estallido de la Guerra Civil española (1936-1939). Ésta se
caracterizó por enfoques surrealistas, por creaciones delirantes, fantasiosas e
irreales y por la denuncia social.
La última etapa se da durante la
Guerra Civil y en la posguerra, es decir, en la dictadura del general Francisco
Franco. La poesía de esta etapa está centrada en el ser humano que es víctima
del atropello y del fascismo. Las producciones de los poetas de esta generación
son desgarradoras, son producto de la realidad sociopolítica de una España
destruida por la guerra y aterrada por el fascismo. Recordemos que Lorca fue
fusilado al comienzo de la guerra y que la mayoría de los demás huyeron y se
autoexiliaron, otros fueron encarcelados como Miguel Hernández.
Alfonso Pinto, F. (2016). Literatura española.
Texto-Guía. Loja: EDILOJA Cía. Ltda.
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