La literatura
ecuatoriana anterior a la década de los años treinta y la de la generación de
los 30, de la que Icaza formaba parte, es la única que ha quedado en la memoria
colectiva, después parece ser que se fosilizó el tiempo y la creación
literaria. Tal y como expresa Arcos Cabrera, la literatura ecuatoriana posterior
a Icaza tiene una marca que parece que la hace indigna e impide descubrirla
(como se cita en Arcos, 2005, pág. 5). Lo que se ha escrito después de este
momento (que es mucho), los escritores que escribieron y que escriben después
de Jorge Icaza (que son muchos y muy buenos) nos desoídos, ninguneados e
ignorados, y por ello expresa Arcos que “La imagen de la literatura ecuatoriana
se congeló en Huasipungo.” (Arcos, 2005, pág. 1).
Este hecho es así por muchas razones, pero principalmente por el prejuicio, el
enorme sentido de inferioridad del ecuatoriano y por las leyes del mercado,
sobre todo de las editoriales, las cuales se han convertido en máquinas de
hacer dinero y no de hacer cultura. Esta es la idea central que esgrime el
autor.
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La primera
intervención es poner en marcha estrategias para el proceso de
enseñanza-aprendizaje no tradicionales y menos formales que las que se dan en
el aula, es decir, una opción interesante es el taller de lectura ya que es una
estrategia informal, colaborativa, basada en el diálogo horizontal y se
convierte en una estrategia muy eficaz para el descubrimiento personal, real y
genuino de la lectura. Carlos Arcos insiste en que los profesores de hoy siguen
haciendo lo mismo que hace cincuenta años, sin innovar ni actualizarse (como se
cita en Arcos, 2005, pág. 1). Los autores y las obras a trabajar deben ser
actuales, de temáticas que les resultan atractivas a los estudiantes de ahora; todo
ya no es el indio, el cholo o el montubio. La literatura ecuatoriana después de
Icaza es muy buena y forma parte de la latinoamericana (como se cita en Arcos,
2005, pág. 2). Crear diálogos para entender, por ejemplo, la poesía erótica
para mujeres hecha por mujeres ecuatorianas sin imponer lecturas “obligatorias”
y acompañando a los lectores en la experiencia de aprendizaje es la clave. Los
talleres de lectura permiten más libertad y los alumnos son más capaces de
expresarse sin ese temor a equivocarse o a exponerse peligrosamente, porque,
entre otras cosas, todos son iguales y las opiniones son sólo eso, opiniones o
diferentes puntos de vista sobre una lectura. El taller de lectura facilita la
puesta en marcha de recursos, técnicas y metodología didáctica innovadora y
acorde con las necesidades reales de los estudiantes. La dramatización, los
juegos de roles, la lluvia de ideas, las adivinanzas, etc. son posibilidades
reales en un taller de lectura.
Una segunda
intervención sería reformar y activar las bibliotecas de las unidades
educativas. Es palpable que la falta de lectores de la novelística ecuatoriana
actual es un problema grave porque esta creación es invisible o, más bien, se
la hace invisible (como se cita en Arcos, 2005, pág. 4). La reactivación de la
biblioteca, con la participación activa de los estudiantes que se convierten en
investigadores, confeccionadores y seleccionadores de literatura acorde a sus
intereses es una intervención exitosa. Ellos mismos deberían crear los ficheros
de entradas bibliográficas, guiados por los docentes. La renovación del material
impreso y la introducción del material digital con libros de autores actuales
donados por bibliotecas municipales y privadas generaría en los estudiantes la
conciencia de que hay muchos más autores y obras (novelas, poesía, ensayo,
cuentos, relatos) de lo que les han enseñado en el aula. Esto provocaría el
derrumbe de los prejuicios creados hacia la literatura actual. Los jóvenes
necesitan ayuda para conocer objetivamente cuál es la situación real de la
literatura ecuatoriana.
Bibliografía
Ander-Egg, E. (s.f.). Capítulo 1. El taller como sistema
de enseñanza-aprendizaje. En E. Ander-Egg, El taller. Una alternativa de
renovación pedagógica (págs. 5-19). Buenos Aires, Argentina: Editorial
Magisterio del Río de la Plata. Recuperado el 8 de noviembre de 2016, de
https://uacmtalleresliterarios.files.wordpress.com/2011/02/el-taller-como-sistema-de-ensec3b1anza-aprendizaje.pdf
Arcos Cabrera, C.
(Julio/Agosto/Septiembre de 2005). La literatura invisible (II). El Búho,
Año III, Nº 13 . Quito. Recuperado el 18 de abril de 2017, de
http://www.flacso.org.ec/docs/literatura.pdf
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